Shogun by James Clavell

Shogun by James Clavell

autor:James Clavell [Clavell, James]
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: Novela, Aventuras, Histórico
editor: ePubLibre
publicado: 1975-01-01T05:00:00+00:00


CAPÍTULO XXXVI

—Te he invitado a cazar, Naga-san, no a repetir opiniones que ya conozco —dijo Toranaga.

—Te lo suplico, padre, por última vez: suspende la instrucción, prohíbe las armas de fuego, destruye al bárbaro, declara que el experimento ha fracasado y acaba con esa indecencia.

—Por última vez: ¡no!

El halcón encapuchado se agitó inquieto sobre la enguantada mano de Toranaga, ante la voz desacostumbradamente amenazadora de su amo, y silbó con irritación.

Naga levantó el mentón.

—Muy bien —dijo—. Pero tengo el deber de recordarte que aquí estás en peligro, y de pedirte de nuevo, con el debido respeto y por última vez, que te marches hoy mismo de Anjiro.

—¡No! También por última vez.

—Entonces, ¡córtame la cabeza!

—¡Puedo hacerlo cuando quiera!

—Hazlo hoy, ahora, o deja que me quite la vida, ya que no aceptas mis buenos consejos.

—Aprende a tener paciencia, mocito.

—¿Cómo puedo tener paciencia, si veo que te estás destruyendo? Estás aquí cazando y perdiendo el tiempo, mientras tus enemigos levantan a todo el mundo contra ti. Mañana se reúnen los regentes. Las cuatro quintas partes de todos los daimíos del Japón están ya en Osaka o a punto de llegar. Tú eres el único importante que se niega a ir. Mañana te inculparán. Y nada podrá salvarte. Al menos deberías estar en Yedo, rodeado de tus legiones. Aquí, apenas tenemos un millar de hombres, ¿y acaso no ha movilizado Yabú-san toda Izú? Tiene más de ocho mil hombres en veinte ri, y otros seis mil cerca de sus fronteras. Según dicen los espías, tiene una flota apostada hacia el Norte, para hundirte si tratas de escapar en una galera. ¿Y cómo sabes que no está planeando una traición con Ishido?

—Estoy seguro de que piensa en ello. Yo lo haría, si estuviese en su lugar. ¿Y tú?

—No, yo no lo haría.

—Entonces, no tardarías en morir, y lo tendrías bien merecido. No empleas la cabeza, no quieres escuchar, no quieres aprender, no quieres morderte la lengua ni dominar tu temperamento. Te dejas manejar del modo más infantil y crees que todo puede resolverse con el filo de la espada. Sé que tus faltas no son deliberadas y que tu lealtad es indiscutible. Pero si no aprendes rápidamente a tener paciencia y a dominarte, te quitaré el rango de samurai y te enviaré con los campesinos, con todos tus descendientes. ¿Lo has comprendido?

Naga estaba impresionado. Nunca había visto a su padre enfurecerse o perder los estribos. Muchas veces le había zaherido de palabra, pero con razón. Naga sabía que había cometido muchos errores, pero su padre le daba siempre vueltas al asunto de manera que no pareciese tan estúpido como al principio. Por ejemplo, cuando Toranaga le había demostrado que cayó en la trampa preparada por Omi —o por Yabú— en el caso de Jozen, había añadido: «Lo que hiciste estuvo muy bien. Pero debes aprender a conocer lo que piensan los demás, si quieres beneficiarte y ser útil a tu señor. Necesito caudillos. Me sobran fanáticos.»

Su padre había sido siempre razonable e indulgente. En cambio, hoy… Naga desmontó y se arrodilló humildemente.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.